Cerdeña posee algunas de las playas más bellas y espectaculares de Europa, con arenas blanquísimas y aguas de un color azul increíble. Pero no es solo un destino de playa, sino que con un interior abrupto y frondoso resulta ideal para la práctica de las más diversas actividades de aventura. Y todo ello salpicado de innumerables restos prehistóricos que transportarán al viajero en el tiempo.