El mundo actual ha alcanzado la etapa definitiva de la sociedad secular, aquella que solo confía en la sociedad misma. El Homo saecularis acepta reglas pero no preceptos, procedimientos pero no convicciones. Se siente humanista y practica una religión sin divinidad, basada en el altruismo, sin relación con lo invisible. ¿Por qué, entonces, irrumpe una forma de terrorismo que consiste en matanzas aleatorias, en las que las víctimas pueden ser cualesquiera con tal de que sean lo más numerosas posible? Acaso porque, en un mundo como el actual, solo el asesinato ofrece una garantía de significado. El enemigo del terrorista islámico, así, es el cuerpo de la sociedad secular entero.
La actualidad innombrable se divide en dos partes bien diferenciadas: en la primera, Calasso hace una breve historia del origen del terrorismo islámico, y realiza también una incisiva, descarnada definición de nuestro mundo actual, la «era de la inconsistencia», o, en términos del propio Calasso, la era de la «sociedad experimental», cuyas figuras tutelares fueron Bouvard y Pécuchet, aquellos bobos insignes inventados por Flaubert, bienintencionados consumidores de revistas y folletos que se consideran perfectamente informados acerca de todo: «A ellos se puede remontar, en su germen, lo que un día iba a llamarse internet.» Y, con la malla digital que envuelve el mundo, la consolidación del odio a la intermediación, en un sueño virtual de democracia directa que pone en peligro el carácter esencialmente procedimental del sistema parlamentario. La segunda parte es una colección de citas –de escritores como Virginia Woolf, Ernst Jünger y Céline o pensadores como Simone Weil y Walter Benjamin, pero también de jerarcas nazis como Goebbels– que abarcan el periodo que va de 1933 a 1945: los años en que el mundo llevó a cabo una tentativa de autoaniquilación parcialmente exitosa.
En La actualidad innombrable, Calasso prolonga las reflexiones que guían sus últimos libros, en particular su inquietud por los peligros que acechan a la sociedad secular, que se celebra a sí misma sin ver el abismo que se abre a sus pies. Pero, por primera vez, en este breve volumen Calasso ubica el foco en el mundo actual, al que llama «innombrable» –poniendo de manifiesto que nuestra vana confianza en la ciencia y la tecnología no nos sirve para saber algo consistente y definitivo acerca de nuestro presente– y al que, sin embargo, retrata de un modo nítido, eficaz, clarividente. Hacía falta una trayectoria de muchos años, libros y saberes para llegar a una definición tan breve y contundente del momento en el que vivimos y que apenas podemos mirar sin parciales cegueras.