«Yo también sujetaba y nunca me sentí bien con ello, pero lo cierto es que nunca me sentí culpable02026; No soy una maltratadora, nunca lo hice con ánimo de maltratar, lo hice para proteger, lo hice porque no sabía cómo hacerlo de otra forma, lo hice porque aunque decía que cuidaba me olvidé de mi empatía, pero también es cierto que nunca me di cuenta de que hacía daño. En el fondo, evitaba el riesgo. Pero estaba equivocada.» Ana Urrutia Beaskoa.
No es nada extraña la imagen de una residencia con ancianos sujetos a la cama, arrinconados. ¿Cómo se sienten? ¿Cómo nos sentimos los familiares, al verlos? Y aún más, ¿podemos imaginarnos cómo nos sentiríamos nosotros si estuviéramos atados y olvidados la mayor parte del día?
Urge una concienciación sobre este tema. Y éste es el propósito que busca Cuidar, un manual de buena praxis que nos concierne a todos, porque la dignidad debería ser el pilar fundamental de los cuidados. Nunca, como se defiende en esta obra, un acto médico debería hacer indigno al paciente. A partir de su experiencia, la doctora Urrutia comparte casos entrañables de personas de todo tipo, duros y difíciles unos, emotivos otros; todos rebosantes de gran humanidad.
Un libro que nos atañe a todos, porque como señala la autora, todos somos responsables y agentes activos de esta necesaria revolución de los cuidados.