Una matriarca misántropa provoca una crisis familiar al desaparecer misteriosamente. Una novela irresistible, hilarante y emotiva que ha inspirado la película protagonizada por Cate Blanchett.
Bernadette Fox es famosa. Para Elgie, su marido y gurú de Microsoft, es una esposa con mucho carácter. Para las madres del colegio privado de Seattle donde lleva a su hija es una deshonra. Para el gremio de arquitectos es un genio, y para Bee, su hija adolescente, es sencillamente mamá.
Esta historia comienza cuando Bee llega a casa con excelentes notas. Sus padres le habían prometido que podría escoger el regalo soñado, y Bee decide que quiere un viaje a la Antártida con ellos. Bernadette, que, entre muchas otras cosas, sufre de agorafobia y odia cualquier tipo de contacto social, no es capaz de decirle que no a su hija, y entonces... Bernadette desaparece.
La intrépida Bee emprende su búsqueda rastreando la correspondencia de su madre: emails, mensajes, cartas secretas, documentos oficiales... todo ellos servirá para conformar una lectura hilarante que nos ayudará a reflexionar sobre las relaciones familiares. Y es que Bernadette, a pesar de todas sus imperfecciones, es un regalo para el lector.
La crítica ha dicho...
«Devoré este libro con infinito placer.»
Jonathan Franzen
«La novela epistolar de Semple satiriza a propósito de Seattle, Microsoft, los padres sobreprotectores, la élite y las reveladoras a la vez que refinadas verdades sobre la familia, el genio, la ambición y la adaptación.»
Gillian Flynn
«Bajo la apariencia de una hilarante comedia, Semple explora las preguntas universales de por qué hacemos lo que hacemos y por qué amamos lo que amamos hasta extremos tan dulces como inesperados.»
Booklist
«Una novela divinamente divertida que supera cualquier tipo de convención.»
The New York Times
«Una delicia, no pararás de reír.»
Vogue
«Imposible no quedar hechizado por su lectura.»
Los Angeles Times
«Cálida, oscura, triste y divertida, una comedia verdaderamente loca que merece la puntuación máxima por haber trascendido su propio género.»
The Washington Post